En la cara de frustración que tenía el paraguayo José Saturnino Cardozo se podía apreciar y confirmar el encuentro que tuvo el timonel con la triste realidad del fútbol nacional.
El romance al mejor estilo de telenovelas de José Saturnino Cardozo y Municipal pareciera que empieza a agrietarse luego de que el timonel paraguayo ha empezado a notar la realidad del fútbol guatemalteco, que posee muchos jugadores “profesionales” carentes de fundamentos técnicos, tácticos y futbolísticos.
Triste realidad
Es evidente que Cardozo se percató de la precariedad que presenta nuestro fútbol y especialmente muchos de sus jugadores (vaya si Municipal no cuenta con jugadores de muy bajo nivel futbolístico) desde los primeros entrenamientos cuando llegó a Guatemala, pero se hizo de la vista gorda con la esperanza -muy en su interior- que con su enorme capacidad y apegado a la trayectoria que tuvo como jugador podría equiparar las falencias de su equipo para poder pelear por el título local.
Sin embargo, conforme han pasado las jornadas José Cardozo ya no ha podido ocultar su desconsuelo por encontrarse con un equipo rojo plagado de jugadores que tienen enormes problemas para poder cumplir su labor que, en todo caso, debería ser más apegada a lo profesional y no a lo amateur.
Después de observar a varios de sus jugadores cometiendo graves errores que le costaron la derrota con el débil equipo de Sololá, José Cardozo se tomó el pelo, se tapó la cara y buscaba en el ambiente respuestas a los graves problemas técnicos-tácticos que tienen muchos de sus jugadores, lo cual se patentizó aún más en el gol del triunfo del cuadro sololateco.
Está claro que en Municipal, como en muchos equipos del medio nacional, el problema no son los entrenadores, sino que el fútbol guatemalteco carece en la actualidad de verdaderos futbolistas profesionales para poder cumplir una mediana función táctica-estratégica para conseguir buenos resultados, y no porque los jugadores no quieran sino porque no tuvieron una buena formación desde que iniciaron sus carreras.
Ya se demostró en la Selección con buenos entrenadores y, no digamos, en varios equipos nacionales. José Cardozo simple y sencillamente se ha empezado a topar con la triste realidad de nuestro fútbol.
El miércoles en el estadio El Trébol José Cardozo hubiera querido tener un boleto de retorno a México a su natal Paraguay para salir huyendo tras observar los increíbles desaciertos de varios de sus jugadores, los cuales le generaron una dura derrota al perder contra un equipo con pocas figuras y con un jugador menos.
El romance terminó. Cardozo tendrá que apelar a toda su experiencia para tratar de no hundirse junto a sus jugadores, ya que con lo que Municipal mostró el miércoles contra Sololá está claro que no le alcanza para ganar el título en una liga de bajo nivel futbolístico como la guatemalteca.