el equipo nacional pagó caro muchos errores adentro y afuera de la cancha.
El combinado nacional Sub-20 pagó caro encarar con soberbia y exceso de confianza el Premundial en México, ya que tanto el cuerpo técnico y algunos jugadores se sintieron favoritos más de la cuenta y encararon el certamen pensando que ya lo habían ganado todo, luego de conseguir el título en el certamen UNCAF FIFA FORWARD U-19 disputado en enero pasado.
Guatemala aún aspira a clasificar como uno de los dos mejores terceros lugares del certamen, pero es una posibilidad que ha quedado muy difícil de conseguir, ya que necesita ganarle a Haití por goleada en el último partido y esperar que se produzca una milagrosa combinación de resultados, por lo que la prácticamente ha quedado eliminada.
Sin dirección
Ese triunfo conseguido en ese torneo regional mareó más de la cuenta a varios de los seleccionados y a su entrenador, Marvin Cabrera, quien encaró con mucha frialdad y con una mala planificación el importante certamen eliminatorio.
Y lo anterior quedó demostrado cuando los panameños llegaron a México casi con dos semanas de anticipación al inicio del certamen para planificar el primer y decisivo duelo contra los guatemaltecos, que los habían derrotado en la final del certamen de la UNCAF FIFA FORWARD U-19 que se disputó en enero en Honduras.
Ante ello, los panameños planificaron con seriedad y con bastante tiempo de antelación el partido contra Guatemala, mientras que la Selección azul y blanco apenas si pudo juntar a todo su equipo dos días antes de viajar a México, lo cual llevó a cabo hasta el viernes pasado, es decir, dos días antes del crucial partido contra Panamá…
La falta de una buena planificación para encarar un torneo tan importante como este Premundial, terminó siendo letal para Guatemala, que solventó el duelo contra Panamá con poco tiempo para acoplarse a la sede del torneo, a la cancha y a las condiciones que rodearon la competencia…
A cambio, los canaleros estaban listos y mentalizados desde muchos días antes para enfrentar al cuadro nacional, a sabiendas que era el partido que había que ganar para asegurar, en buena parte, la clasificación a los cuartos de final, por lo que se llevaron una contundente y clara victoria frente al equipo chapín.
El golpe casi final
Luego de la mala planificación y el exceso de confianza con el que Guatemala encaró el inicio del torneo eliminatorio, lo que redundó en la goleada contra Panamá, el partido de este miércoles frente a México se convirtió en una misión titánica y casi imposible.
La Selección mejoró mucho en el segundo tiempo contra los mexicanos, pero fue demasiado tarde, ya que la tricolor se puso a ganar 2-0 desde el primer tiempo, por lo que el equipo nacional estaba totalmente condenado a consumar un rotundo fracaso, a pesar de haber llegado con enormes expectativas y con mucha ilusión.
Para consumar una milagrosa combinación como uno de los mejores dos terceros lugares, Guatemala necesita golear en la última fecha a Haití y esperar una milagrosa combinación de resultados, por lo que nuevamente la afición tendrá que estar con una calculadora en una mano y con un rosario en la otra.
Está claro que Guatemala tampoco tuvo un entrenador con empuje, personalidad y capacidad para dirigir a este equipo que tenía muy buenos jugadores, quienes cuentan con enormes condiciones, pero les faltó una mejor dirección, tanto adentro como afuera de la cancha, para llegar a puerto seguro.