El cuadro francés avanza a la gran final del Mundial de clubes.
El actual campeón francés y de la Champions League, el París Saint Germain, ratificó su buen momento y derrotó sin atenuantes 4-0 al todavía irreconocible cuadro del Real Madrid para avanzar a la gran final del Mundial de Clubes, en la que se medirá al Chelsea inglés.
Lección de fútbol y errores
El cuadro francés no solamente jugó un partido casi perfecto, sino que aprovechó los desaciertos de la débil defensa del cuadro merengue, que cometió dos errores graves en el inicio del partido por medio de Raúl Asencio, quien sigue demostrando que no tiene el nivel para jugar con el cuadro merengue, y de Antonio Rudiger.
Los dos defensas centrales se equivocaron a lo grande y eso lo aprovechó el cuadro francés para ponerse arriba en el marcador 2-0, en menos de 15 minutos del primer tiempo, con tantos de Fabián Ruiz en el 6 y Ousmane Dembéle en el 9.
Aparece el tercero
Real Madrid en lugar de despertar se terminó de hundir con su poco y pobre fútbol, mientras que el París Saint Germain ganó en confianza y en el minuto 24 Fabián Ruiz aprovechó otra llegada de su equipo para marcar el 3-0.
A pesar de la goleada y de ser humillado, el cuadro merengue nunca reaccionó y el once parisino mantuvo el control del partido, incluso proyectando lujos frente a un rival carente de deseos, de argumentos y de fútbol.
El París Saint Germain bajó un poco la presión y se dedicó a pasear su fútbol en el terreno de juego, sin que el Madrid pudiera proyectar un poco de alma y orgullo.
El cuadro francés amplió el marcador en el segundo tiempo aprovechando las falencias defensivas del equipo madridista por medio de Gonçalo Ramos en el minuto 87 para terminar de consolidar la goleada que le permitirá disputar un nuevo título de la mano de su revolucionario entrenador, Luis Enrique.
El Madrid dejó de manifiesto, una vez más, que con este plantel no le alcanza para competir contra equipos que están bien conformados y que cuentan con el fútbol necesario para pelear cosas grandes en competencias importantes y de alto nivel.
El Real Madrid es un equipo destruido, sin alma, sin carácter y, sobre todo, sin fútbol, lo que demuestra que Carlo Ancelotti no era el problema, sino muchos de los jugadores con que cuenta en la actualidad como Arda Güller, Raúl Asencio y Fran García, por mencionar a algunos, mientras que jugadores consagrados como Mbappé y Vinicius siguen sin aparecer en partidos complicados.