Cada vez que el fútbol guatemalteco sale a competir en el plano internacional los fanáticos deben aferrarse al rosario y a pedirle a todos sus santos para que no haga un ridículo más.
Que un equipo nacional salga a competir afuera de nuestras fronteras muchas veces se convierte en un castigo o un suplicio debido a la poca personalidad y predisposición de algunos jugadores, acuerpada muchas veces por técnicos mediocres que abundan en el medio nacional y que se venden como si fueran Guardiola o Zidane.
Sin embargo, en los últimos tiempos pareciera que la mentalidad perdedora y de miedo que han tenido muchos de nuestros futbolistas ha empezado a desaparecer.
Lo vimos en el partido de fogueo de la Selección contra Costa Rica, que si bien es cierto encaró el partido de fogueo con mucha frialdad, al final de cuentas los seleccionados mostraron carácter y ganaron merecidamente el duelo.
Y en el actual torneo de la Concacaf, Comunicaciones dejó a un lado sus complejos de inferioridad que mostró el año pasado en los dos torneos en los que participó y decidió encarar los encuentros contra el América con enorme personalidad.
Sin importar el resultado, muchas veces lo que los aficionados esperan de los equipos nacionales cuando juegan en el exterior es que proyecten un poco dignidad, que no bajen los brazos desde el momento que ingresan en el estadio y que se den cuenta que una derrota –por muy dura que sea- se puede obtener con decencia y decoro.
Y eso fue lo que mostró Comunicaciones en la serie contra el América. Desde el primer minuto del partido de ida dejó de manifiesto sus deseos por no hacer el ridículo, por representar dignamente el balompié nacional y dejar una buen imagen.
Y en forma destacada lo logró. Supo jugar con valentía, orden, fútbol y carácter el duelo en Guatemala y el miércoles en el Azteca repitió su buen actuación y vendió cara su derrota, como debe de ser.
Sin duda, es una luz al final del túnel para el balompié nacional, ya que los jugadores cremas le mandaron un mensaje a los demás futbolistas de nuestro medio que con buena mentalidad, fútbol y gallardia se puede hacer un papel digno en cualquier lado.
Claro, no hay que tirar las campanas al vuelo y que ahora los futbolistas nacionales no se la crean más de la cuenta. Fue una actuación para ratificar que sí se puede, pero no para perder la cabeza.
Nada más..