Mateo Flores: “No éramos favoritos”

“No éramos favoritos”

Doroteo Guamuch Flores recordó en varias entrevistas que tuvo con los medios de comunicación antes de morir el 11 de agosto de 2011 a la edad de 89 años, que junto a sus compañeros no eran favoritos para ganar en Boston, pero rememoró que con mucha humildad y esfuerzo tiraron a la borda todos los pronósticos.

Don “Mateo” Flores y sus compañeros de expedición, Luis H. Velásquez y Guillermo Rojas, llegaron a Boston sin hacer mucha bulla pero con enormes argumentos para dar una sorpresa que quedó grabada en letras de oro en la historia de la competencia.

Doroteo que antes de ganar en 1952 en Boston tuvo una primera y mala experiencia en Boston en 1947 ya que no estaba acostumbrado a correr 42 kilómetros, únicamente 35, pero le sacó el mayor provecho ya que conoció el terreno y las dificultades del trayecto para regresar más fuerte cinco años más tarde.

“Yo ya había tenido la oportunidad de participar en otras carreras de Centro América y del Caribe, por lo que se efectuó una eliminatoria de 35 kilómetros para seleccionar a los tres guatemaltecos que iban a ir a Boston en 1947 y pude cronometrar dos horas y dos minutos, mientras que mis compañeros también registraron un buen tiempo que nos permitió clasificar a la carrera”, declaró en su momento.

“Era la primera vez que corríamos los 42 kilómetros y el único que los aguantó fue Ovidio Barillas. Aunque no pude sobresalir, esa carrera para mí fue una lección, ya que me permitió conocer el trayecto de la Maratón de Boston y prepararme de una mejor forma para una próxima oportunidad, lo cual me permitió posteriormente ganar en 1952 cuando ya fui más preparado”, añadió.

Así se consumó el triunfo
Don Mateo recordó en varias ocasiones con su característica humildad la forma en que pudo consumar uno de los triunfos deportivos más brillantes en la historia del deporte nacional, solamente superado por la medalla de plata de Erick Barrondo en los Juegos Olímpicos de Londres.

“Los guatemaltecos no éramos favoritos para ganar, pero conforme fue pasando la carrera tomamos la delantera junto a mi compañero Luis Velásquez y un estadounidense.  Luis se fue rezagando y pensé que luego me alcanzaría y eso no me preocupaba, por lo que solo decidí seguir con mi paso rumbo a la meta”, declaró en sus intervenciones.

Aunque había dominado con enorme personalidad la mayoría del trayecto, don Mateo recordaba que en la recta final tuvo algunas dudas para llevarse la victoria. “Antes de la meta había una cumbre muy agotadora y creí que iba a fracasar ya que fue muy fuerte y perdí ritmo, pero yo me dije que no podía fracasar porque ya había dominado toda la competencia, por lo que volví a tomar aire y retomé mi paso hasta llegar primero a la meta”.

“Me contaron que en la  meta un periodista decía que un guatemalteco estaba encabezando la competencia y otros decían que eso no era posible, ya que nadie lo creía pero afortunadamente pude ganar ante la sorpresa de todos”, añadió en su momento.

Nadie lo creía
El recordado atleta nacional dijo que pocas personas creían que los atletas nacionales podría brillar en la difícil Maratón de Boston. “Guatemala ni soñaba que se pudiera ganar un primer lugar pero se logró. Me llenó de mucha satisfacción ya que fui el primer latinoamericano y centroamericano que ganaba esa competencia”, comentó.

 “El estadio nacional fue inaugurado como el estadio olímpico de la Revolución en 1950, pero dos años más tarde luego del triunfo que obtuve en Boston las autoridades pidieron que se cambiara el nombre a Mateo Flores y lo autorizaron”, rememoraba con su característica humildad.