El Barcelona cumplió y remontó la eliminatoria de semifinales de la Copa del Rey luego de imponerse este miércoles por la tarde al Sevilla 3-0 en el Camp Nou (3-2 global).
El partido comenzó con un Barça bastante cómodo, utilizando todo el campo para relaizar su juego. La lata se abrió pasados los 10 minutos cuando el francés, Ousmane Dembélé, sorprendió al perfilarse con su pierna derecha para fusilar con un remate potente a Tomás Vaclik. El disparo se clavaba en un ángulo superior derecho.
Con la ventaja, la escuadra dirigida por Ronald Koeman creció en confianza y se adueñó del balón, generando varias situaciones en el área rival que no terminaron adentro del arco de casualidad.
En el complemento, el Sevilla abandonó todas sus intenciones de atacar y se dedicó a replegarse y aguantar las embestidas del Barcelona, que ya sin tantos espacios le costó generar situaciones claras.
En el minuto 70 llegó uno de los momentos clave del partido, cuando En-Nesyri emprendió un contragolpe que derivó en un penal cometido por Óscar Mingueza. Lucas Ocampos se hizo cargo de la ejecución, pero Ter Stegen le adivinó la intención y contuvo su disparo cruzado.
En tiempo de descuento, Fernando Reges se fue expulsado al ver su segunda tarjeta amarilla tras impedir un avance de Trincao, que había ingresado tiempo antes, al igual que Martin Braithwaite.
Con la ventaja numérica, los azulgranas se fueron arriba en búsqueda del gol que les daría acceso a la prorroga. La presión sería efectiva y a través de Gerard Piqué, quien como centrodelantero, aparecía para cabecear un centro de Griezmann que se coló contra un palo y desató la locura en el Camp Nou.
Los de Koeman no dejaron de insistir tampoco en la prorroga y en el minuto 5 del primer tiempo extra llegó la ansiada anotación que dio la remontada luego de que Jordi Alba levantó el balón para que Martin Braithwaite de cabeza anticipara a su marca y peinara el esférico para gritar el definitivo 3-0.