El Real Madrid aguantó la ventaja conseguida en Valdebebas y avanzó a las semifinales de la Champions tras empatar sin goles ante el Liverpool en Anfield.
En los primeros minutos se observó la actitud agresiva con la que salió a la cancha el equipo de Jürgen Klopp. Una escapada de Mohamed Salah que desactivó Thibaut Courtois con su pie izquierdo y un envío de Sadio Mané que no logró impactar el egipcio fueron las ocasiones más claras para arrinconar al elenco español contra el arco del belga.
Antes de llegar al cuarto de hora el Faraón volvió a lastimar por el sector derecho y descargó una pelota para que James Milner desenfunde un hermoso remate desde el borde del área grande que hizo lucir a Courtois. La tapada a mano cambiada generó mayor brillo en la magnífica escena.
La réplica del conjunto de Zidane se produjo recién a los 20 minutos. Una individualidad de Karim Benzema fue el único recurso para llegar a la zona de Alisson, quien se vio favorecido por el poste que devolvió el disparo del francés. A pesar de la ausencia de goles, en el Reino Unido se vivía un gran espectáculo.
La segunda mitad continuó con la misma tendencia. El arranque furioso del Liverpool volvió a preocupar a Courtois. Un centro fabuloso de Trent Alexander-Arnold encontró el arribo de Roberto Firmino, quien resolvió a pura potencia contra el cuerpo del arquero, pero sin éxito alguno. Los de Klopp intentaron con varias llegadas que fueron totalmente inútiles e inoportuna en el resto del complemetro.
Los de Zidane tendrán por delante a otro rival británico en la escala previa a la final. En su camino hacia el sueño de levantar por decimocuarta vez a la Orejona, los de Zizou deberán superar al Chelsea, un rival que accedió a la instancia de los 4 mejores luego de eliminar al Porto. El sueño ibérico está intacto.