Luis Suárez anotó en el inicio de la segunda parte y Jan Oblak tapó un penal en la agonía para que el Atlético de Madrid evitase otro paso en falso en la Liga española al derrotar el domingo 1-0 al Alavés y mantenerse firme en la cima.
En un momento de inseguridad, alejado como equipo de la versión que propuso en el primer trimestre del curso, Luis Suárez y Jan Oblak son unos recursos incalculables, cuya dimensión cobra una transcendencia indispensable para el Atlético de Madrid ganador contra el Alavés por el goleador uruguayo, certero en un cabezazo, y por el portero esloveno, salvador de penalti (1-0).
Son los dos instantes del partido. El primero, en el minuto 54, con el centro de Kieran Trippier, sensacional por potencia, efecto y dirección, desde la banda derecha para el imparable remate del ‘9’, goleador por decimonovena vez esta Liga, definitivo para el Atlético, como en ocho de las últimas doce victorias de su equipo.
Tan definitivo como lo fue Oblak después, en el minuto 84, con un 1-0 en el marcador, frente a Joselu, en el filo de un empate que habría sido una concesión de impensables consecuencias ante la persecución del Real Madrid y del Barcelona, como lo fue la falta de Savic que provocó ese lanzamiento, repelido por el guardameta, uno de los mejores del mundo, reivindicado con una parada concluyente.