Luego del empate 1-1 en los 120′, Chelsea venció 6-5 en los penales al Villarreal en Belfast y se quedó con la Supercopa de Europa.
Los ‘Blues’ dominaron la primera parte, acercándose con jugadas a balón de parado, pero si no era la defensa, aparecía Manu Trigueros para evitar el tanto rival. Pero el cántaro se acabó rompiendo al borde de la media hora de partido. En una jugada muy desafortunada, en la que Werner apenas tocó lo justo para que el balón acabase en los pies de Ziyech, el Chelsea tomó ventaja en el marcador.
Ziyech volvió a ser protagonista con una acción desafortunada por la que tuvo que ser atendido por los servicios médicos del Chelsea. El goleador del partido se dolió del hombro y Pulisic comenzó a calentar en la banda. Ziyech no pudo seguir en el campo y se le vio en la grada con una especie de cabestrillo.
Tuchel y Emery comenzaron a mover banquillo, pero el Villarreal ya había olido la sangre y no iba a dejar escapar a su presa tan fácilmente. Mendy salvó al Chelsea del gol del empate con una buena mano a intento de Estupiñán, pero el guardameta de los londinenses no pudo hacer nada cuando Dia y Gerard Moreno volvieron a interactuar. Gerard Moreno combinó con Dia dentro del área y este se la dejó de tacón al internacional español para que este definiese a la perfección
Nuevamente una Supercopa de Europa que no encuentra a su campeón al final del tiempo reglamentario. El Chelsea volvió a tomar las riendas del partido después de que uno y otro equipo se hubiesen repartidos las distintas mitades. Los blues tuvieron el gol de la victoria en las botas de Christian Pulisic.
Pulisic falló lo que no se puede perdonar en una final. Recogió el estadounidense un balón dentro del área del Villarreal, pero después de cazar su presa, la dejó escapar con un remate desviado.
Con un desgaste increíble por parte de los dos equipos, con jugadores que apenas han descansado en el último año, el partido entró en su recta final con la segunda parte de la prórroga y el 1-1 fijo en el luminoso. En momentos como estos, los reflejos ni las fuerzas pueden fallar y Asenjo no lo hizo y sacó una soberbia mano para evitar el 2-1 al potente disparo de Mason Mount.
El tiempo avanzaba y el 1-1 no se movía. Así Tuchel decidió hacer un movimiento que pudo sorprender al aficionado, pero no al equipo. Kepa se puso los guantes y entró al campo por Mendy para ser el portero del Chelsea durante la tanda de penaltis.