El Valencia desnuda el efecto Setién. Ter Stegen evitó la goleada. Maxi marcó un gol en colaboración con Alba, hizo otro y falló un penalti.
La primera prueba de Setién acabó en tragedia ante la fiesta de un Valencia que venía de ser goleado por el Mallorca hace una semana y que no ganaba un partido sin Parejo sobre el césped desde 2014 y que borró al equipo blaugrana del campo venciendo sólo por 2-0 gracias a la gran actuación de Ter Stegen.
El efecto Setién no se nota. A cada partido el Barça parece más perdido y no es que mejore, es que las pocas cosas que hacía bien y que le valieron para conquistar el liderato han quedado olvidadas.
Setién se presentó en Mestalla con el centro del campo soñado para su sistema: Busquets, De Jong y Arthur y si la idea era dar muchos pases, el éxito fue rotundo. Si era jugar a fútbol, fracasó estrepitosamente. El monólogo insulso y estéril del Barça con la pelota podría tener el objetivo de desgastar al rival para, tal y como dijo el técnico blaugrana en la previa “acabar ganando el partido en el minuto 80”. Tampoco resultó, en el 77 fue el Valencia el que mató el partido.