El equipo inglés derrota en la final al Inter y se proclama monarca de la Champions League.
No fue Haaland el héroe del City. Al final terminó siendo uno de sus jugadores más regulares de los últimos tiempos, Rodrigo, quien anotó el tanto con el que el equipo inglés derrotó 1-0 a un competitivo cuadro del Inter de Milán, que luchó hasta el final pero no pudo encontrar el empate.
Gol oportuno
El Inter de Milán se plantó bien en su sector defensivo y mantuvo bien controlado al peligroso cuadro del City, que no pudo encontrarse nunca con un Haaland para que pudiera desequilibrar, ya que la zaga del equipo italiano pobló el medio campo y evitó que Gündogan, De Bruyne, Grealish y Bernardo Silva pudieran generar juego ofensivo.
Fue así como el primer tiempo concluyó con un cerrado empate, el cual preocupaba más de la cuenta a Pep Guardiola, quien también se vio afectado por la lesión de Kevin De Bruyne.
En el segundo tiempo se registró el mismo ritmo del partido; es decir, el City dominando el encuentro pero sin poder llegar con profundidad a la meta del equipo italiano, que siguió bien ordenado en su sector defensivo.
Y fue hasta en la parte final del segundo tiempo cuando una jugada que parecía no tener mucho peligro fue bien aprovechada por Bernando Silva, quien efectuó un buen centro que aprovecho Rodrigo para convertir el tanto de la victoria y del título para el equipo inglés.
El Inter de Milán todavía tuvo una oportunidad para encontrar el tanto del empate pero Romelu Lukaku se perdió una clara opción cuando estaba solo frente al arco del Manchester City y le regaló el balón al meta Ederson.
Al final, el Manchester City y Pep Guardiola pudieron festejar el ansiado título de la Champions League.