l PSG volvió a ganar y sigue liderando el Grupo A de la Champions League. Esta vez fue 3-2 ante el Leipzig, último en la zona, equipo que logró poner en serios aprietos al conjunto de Pochettino que no jugó bien, pero se quedó con una victoria fundamental. Keylor Navas, Kylian Mbappé y Lionel Messi fueron las figuras.
La primera clara del partido fue para el visitante mediante un centro frontal que encontró desconcentrada a la defensa parisina y que cabeceó André Silva de pique al suelo, para obligar la reacción de Navas, firme contra el palo. Esto fue un aviso de que el cuadro alemán no había viajado hasta allí para replegarse y aguantar, sino que iba apostar por un duelo de igual a igual. Esa estrategia la pagó caro poco después.
A los 10 minutos llegó la ventaja para el local. Fue Kylian Mbappé el que con impensados espacios recibió casi en mitad de cancha y emprendió una corrida por izquierda cara a cara contra su marca. Aprovechando la subida por el centro de Draxler, el francés lo usó como anzuelo y tras perfilarse para su pierna hábil desenfundó un remate seco al primer palo para el 1 a 0.
Pese al tanto, el Leipzig no cambió su postura y pronto hizo sonar las alarmas con un remate al palo de Silva. Justamente el portugués tuvo revancha a los 27 minutos, tras una jugada colectiva brillante a pura velocidad que expuso todas las falencias del PSG y terminó con un buscapié de Angeliño desde la izquierda para el delantero que esta vez no falló y estableció el 1 a 1.
El primer tiempo terminó igualado, pero el trámite del juego dejó una imagen -nuevamente- preocupante del cuadro local, que pese a tener un plantel plagado de figuras sigue sin poder encontrar funcionamiento y en esta ocasión fue claramente superado, sobre todo en la mitad de la cancha. El medio formado por Herrera-Gueye-Verrati rara vez detuvo un avance del rival y en ataque no participó, ya que ante la falta de ideas terminaron apostando por las pelotas largas hacia Mbappé, figura del equipo junto con Navas para ese entonces.
Poco se vio también de Messi, arrinconado sobre la derecha y cuyas mejores acciones se vieron cuando logró asociarse con el joven artillero francés. Pero en general, el argentino se vio obligado a retroceder varios metros para tener contacto con el esférico. Pochettino deberá trabajar mucho en esto también.
En el complemento el PSG intentó hacerse dueño de la pelota y mostró algo de rebeldía, pero en lo colectivo le costó generar juego para encontrar espacios y le permitió así al Leipzig aprovechar los contragolpes con Angeliño y Mukiele en los extremos. Fue justamente Angeliño el que lanzó el centro pasado para que Mukiele le gane la posición a su marcador y de derecha grite el 2-1 antes de los 12 minutos.
Cuando parecía que el PSG estaba completamente anestesiado por la derrota parcial y Navas se hacía vital, apareció Lionel Messi. Fue Hakimi el que presionó arriba y forzó un error de la defensa del equipo alemán. Mbappé recuperó la pelota, se metió en el área por el sector derecho y tocó atrás para que el argentino toque de zurda y ponga la pelota contra un palo. El balón rebotó en el poste, recorrió la línea y fue empujada por Leo que entonces sí pudo festejar.
Poco después volvió a aparecer Mbappé, con otra acción individual por izquierda tras un pelotazo largo. Cuando el francés encara es imparable, por eso Simakan usó sus brazos para impedir su avance y terminó derribando al delantero en el área. El árbitro no dudó, cobró penal y Messi, picando la definición, estampó el 3-2..